Entrevista a Eduardo Mateo (Bioquímica)

Nombre Eduardo Mateo
Titulación Bioquímica, Máster Universitario en Bioingeniería
Ocupación actual Investigador Postdoctoral en el Umeå Plant Science Centre
Ubicación Suecia
 
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¿Por qué eliges estudiar Bioquímica?

Pues esa historia es curiosa. Como muchos estudiantes, durante la secundaria comencé a hacerme la típica pregunta: ¿qué quiero estudiar? Y la verdad, durante muchos años, no lo veía nada claro. Sin embargo, en cuarto de la ESO me topé con una profesora de Biología que nos explicó por primera vez (y muy bien) algunas de las reacciones químicas que se dan en nuestro organismo y aquello realmente me fascinó. Desde ese momento, me puse a explorar qué pasos debía dar para saber más de aquello y encontré que en mi misma ciudad, en la UMH, era posible realizar un estudio de Segundo Ciclo de Bioquímica y me puse a ello.

¿Qué te hizo elegir a la UMH para el Máster en Bioingeniería con el que continuaste formándote?

Mientras estudiaba Bioquímica y durante tres veranos consecutivos realicé prácticas de verano en el laboratorio de José Luis Micol, catedrático del área de Genética del departamento de Biología Aplicada. Durante esos veranos me di cuenta de que la Investigación y la Genética era a lo que me quería dedicar durante los siguientes años.

Para poder lograrlo, la siguiente etapa consistía en iniciar una Tesis Doctoral, y para ello realizar un Máster era condición necesaria. Elegí el Máster de Bioingeniería porque está muy orientado a la investigación y de esa manera podría aprovechar la realización del Trabajo de Fin de Máster para iniciar los proyectos que finalmente me condujeron a obtener la Tesis Doctoral.

¿Compartirías con nosotros algún recuerdo positivo o anécdota que conserves?

Creo que la cosa más curiosa que viví durante mis estudios de Bioquímica fue el hecho de que en clase éramos siempre entre 4 y 6 personas. Recibir prácticamente clases particulares a esos niveles fue algo alucinante. Y no es que la gente no viniese a clase. Ese era, en muchas asignaturas, el número de alumnos matriculados. En esa situación, podréis haceros una idea de la estrecha relación que establecimos con todos los profesores de teoría y prácticas. Fuimos una piña durante ese par de años.

¿Algún profesor y/o alguna profesora que te haya marcado especialmente y recuerdes con cariño?

Dada mi larga relación con el Área de Genética, podría listaros aquí a casi todos sus miembros. Sin embargo, voy a nombrar aquí a Antonio Ferrer y Jesús Sanz del antiguo IBMC, hoy IDIBE. También me gustaría mencionar aquí a Julio Santos Benito, un profesor de Física que tuve durante el segundo curso de Química y que me marcó por su forma de enseñar: eso sí era verdadera vocación por la enseñanza.

Enseguida comenzaste a realizar prácticas en la UMH como becario en la Unidad de Genética del Instituto de Bioingeniería, ¿qué te aportó esa experiencia?

Esas prácticas fueron esenciales para mí. Sin saberlo, ahí comenzó todo lo que acabaría siendo mi Tesis. Durante esos periodos relativamente cortos pero intensos pude ver de cerca cómo es un laboratorio de investigación de calidad por dentro y al gran número de retos a los que deben hacer frente cada día. Si no hubiese hecho aquellas prácticas hoy no estaría donde estoy.

Decidiste hacer el doctorado en genética y ahora te encuentras haciendo una estancia postdoctoral en Suecia, ¿en qué centras tu investigación actual?

Actualmente soy investigador postdoctoral en el grupo de la catedrática Karin Ljung en el Umeå Plant Science Centre, adscrito a la Swedish University of Agricultural Sciences, uno de los cuatro centros de referencia a nivel europeo en el estudio de la biología de las plantas. Nuestra investigación se centra en comprender mejor cómo se metaboliza la hormona vegetal por excelencia, la auxina, y en entender mejor cuales son las implicaciones de alterar ese metabolismo en el desarrollo de las raíces.

En pocos días, sin embargo, me dispongo a despedirme de mi aventura sueca y comenzar una nueva y apasionante etapa, trabajando también como investigador postdoctoral, en el John Innes Centre de Norwich (Reino Unido). Allí trabajaré bajo la supervisión de Caroline Dean en los mecanismos moleculares que permiten a las plantas sentir y recordar el invierno.

¿Cómo está resultando la experiencia de vivir en Suecia?

Aunque uno pueda pensar que es un país relativamente cercano y de nuestro contexto europeo, la verdad es que es un país muy exótico en muchos aspectos. Salir y vivir fuera de tu ciudad, de tu país y de tu entorno de confort es siempre un reto y conlleva enfrentarse cada día a muchas pequeñas batallas.

Sin embargo, Suecia es un país tremendamente acogedor e integrador para con los que venimos de fuera y pone a nuestro alcance infinidad de facilidades y oportunidades para facilitar nuestro asentamiento. Lo primero es que prácticamente la totalidad de la población habla un inglés buenísimo, incluso gente muy mayor, cosa que es chocante, al menos para los españoles.

Lo segundo es que te dan todas las facilidades para que, si así lo deseas, aprendas sueco. Proporcionan infinidad de cursos y materiales de forma completamente gratuita para que te animes y así te integres antes en la sociedad. Por lo demás, para mí que he vivido toda mi vida rodeado de paisajes plagados de palmeras y tintes áridos, pasar a verme rodeado por los cuatro costados de bosque, naturaleza salvaje, lagos y ríos, es una auténtica maravilla.

Recibiste el premio a la mejor investigación en genética hace unos años y también el Premio Extraordinario de la Licenciatura en Bioquímica, ¿qué ha supuesto estos reconocimientos?

La obtención del Premio Extraordinario fue muy importante para mí. En primer lugar, por el reconocimiento que supone al esfuerzo realizado durante años. Por otro lado, me permitió obtener una ayuda de la Generalitat Valenciana para cursar sin coste el Máster de Bioingeniería. Por último, fue un aspecto importante para la obtención de las becas predoctorales para las que fui seleccionado posteriormente.

La investigación es una labor que requiere de una gran dedicación y que no proporciona alegrías diarias. Por ello, que reconozcan tu labor y la de tus compañeros otorgándote sendos premios a la mejor comunicación en formato póster en los congresos de la Sociedad Española de Genética de los años 2015 y 2017 es un gran honor y una de esas satisfacciones que recompensa todos los esfuerzos realizados.

¿Qué consejo le darías a alguien que está estudiando ahora en la UMH?

En primer lugar, que disfruten porque esa es una etapa que no volverá y que todos echamos de menos en algún momento. Y en segundo lugar que cuando les llegue el momento de decidir qué camino tomar, que les llegará, que intenten visualizarse a sí mismos haciendo eso para lo que se están preparando y se pregunten ¿es esto lo que quiero hacer el resto de mi vida? y si la respuesta es afirmativa, que no lo duden: ¡ADELANTE!

¿Hay algo más que te gustaría añadir?

Me ha encantado participar en esta ronda de entrevistas a los Alumni UMH y espero seguir colaborando con Alumni UMH en futuras ocasiones. Me tenéis a vuestra entera disposición.