Comienzas en la UMH estudiando Farmacia y cuando aún no la habías finalizado comienzas Medicina ¿cuál fue tu motivación para dar ese paso?

Pues, siendo sincera, creo que desde siempre he soñado con ser médico. Sin embargo, al acceder a la universidad, como le sucede a muchísimos estudiantes, tuve que aparcar mis aspiraciones por la altísima nota de corte que se precisaba para acceder a esta carrera y opté por matricularme en Farmacia; decisión de la que nunca me he arrepentido por lo mucho que me ha aportado en mi crecimiento tanto personal como profesional. Aún así, no cejé en mi empeño de conseguir mi sueño de estudiar Medicina y realicé la FP superior de Técnico de Laboratorio y Diagnóstico clínico que complementaba de forma práctica la Licenciatura en Farmacia y que me permitió conseguir el acceso al Grado en Medicina, simultaneando los últimos años de la Licenciatura en Farmacia con los primeros años de Grado en Medicina en el Campus de San Juan de la UMH.

Estudiando dos carreras en la UMH seguro que se te acumulan muchas anécdotas, cuéntanos alguna.

El compaginar ambas carreras en algunos casos fue una auténtica odisea. Ambas son muy prácticas, por lo que muchas veces se solapaban y únicamente podía asistir a las prácticas en el hospital o bien en el laboratorio, por lo que en varias ocasiones me presenté a alguna práctica que no era la que me correspondía y hasta en una ocasión ¡llegué a presentarme en una clase de otra carrera!, en concreto de Podología. No me percaté de mi error hasta el final de la misma, ya que al levantarse los alumnos de los pupitres no me sonaba nadie. Curiosamente, a la semana siguiente tuve un examen de anatomía ¡y preguntaron sobre lo que habían explicado en la clase “extra” de podología a la que había asistido!

¿Algún profesor y/o alguna profesora que te haya marcado especialmente y que recuerdes con cariño?

La verdad es que me podría extender mucho en esta respuesta porque hubieron numerosos docentes que han sido un gran referente para mí a lo largo de los años tanto en Medicina como en Farmacia, incluso en la FP superior. Aunque tengo que dar especialmente las gracias a todos los profesores de la Licenciatura en Farmacia que me ayudaron a compaginar mis estudios con el Grado en Medicina, siendo comprensivos con mi situación, y haciendo posible aunar ambas carreras a lo largo de los años. Y daría las gracias especialmente a Esther Caparrós Cayuela y a Ricardo Nalda Molina, a los que tengo un enorme aprecio por ser tan grandes docentes como personas.

Actualmente eres médico residente en el Hospital General Universitario de Alicante en el ámbito de la Farmacología Clínica ¿esta área incluye aspectos de tus dos titulaciones?

Justamente, tras realizar el examen MIR y habiendo acabado ambas carreras, me planteé qué residencia quería hacer. Una decisión difícil que conlleva un largo periodo de tu vida próxima. Tenía en mente todas las ramas de la Medicina más holística (Medicina Interna, Medicina familiar, UCI…) pero finalmente opté por Farmacología Clínica, que es una rama de la Medicina Interna centrada en el estudio de los fármacos, su modo de acción, cinética y efectos en el organismo en diferentes condiciones. Esta especialidad médica combina la investigación, formación clínica y docente. Es una especialidad bastante desconocida, pero sumamente útil para el avance científico requerido en la Medicina contemporánea, y que objetivamente engloba todo lo que he estudiado a lo largo de los años, y que con cualquier otra especialidad quedaría en segundo plano.

¿Qué consideras que es lo mejor y lo más difícil de tu profesión?

Lo mejor de mi profesión, sin duda, es la capacidad que tenemos todos profesionales sanitarios en cualquiera de sus ámbitos de realizar una labor a la sociedad cubriendo uno de los principios fundamentales y tan básicos como es la salud pública. Y si tuviera que remarcar algo más difícil de la profesión sería la carga emocional que se presenta en algunas ocasiones durante la labor asistencial, con personas en situaciones difíciles o en exclusión social.

El voluntariado como el que hiciste en Cruz Roja formando a otras personas en temas sanitarios, ¿qué te aportó?

El voluntariado que realicé sobre todo era dedicado a la labor docente en institutos y centros especializados. Me resultó muy gratificante poder trasmitir los conocimientos que había adquirido a lo largo de los años, aportando a las personas herramientas que pudieran serles útiles en su vida cotidiana. Es una experiencia que recomiendo encarecidamente a todo profesional.

¿Qué formación complementaria a la académica recomiendas más a los estudiantes?

Desde mi punto de vista, los idiomas son imprescindibles en un mundo tan globalizado. A mí siempre me han interesado y servido tanto en el ámbito profesional como personal. Y recomendaría llenar la vida de metas y retos, y realizar todas las actividades posibles durante la vida académica (cursos, congresos, charlas..), cualquier experiencia es buena y servirá para tu vida profesional futura.