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¿En qué momento decides que quieres estudiar Farmacia?

A punto de terminar la carrera de Nutrición, sentí que quería algo más. La asignatura de farmacología dentro de la carrera de Nutrición la disfruté mucho. ¡No podía entender que a casi nadie le gustara! Era chulísima. Yo me quedé con esa espinita y quise continuar. Eso sí… no fue nada fácil. Fui becada para estudiar Nutrición, pero ya no podía serlo para estudiar Farmacia, con lo que supuso un esfuerzo tanto en sentido económico, como en sentido mental y psicológico (eso que dicen de que es una carrera muy dura… sí, es verdad, es dura en muchos sentidos). Por suerte, me encantó y estoy muy orgullosa de ser farmacéutica.

¿Algún profesor y/o alguna profesora que te marcara especialmente?

No puedo quedarme con un solo nombre… ¡Son muchos! Pero me gustaría destacar a José Antonio Picó, quien me ayudó enormemente a poder continuar con mis estudios gracias a que pude costeármelos trabajando en su empresa. A Montse Varea, quien me ayudó también en este camino. A Salu Gutiérrez, una gran farmacéutica a la que admiro muchísimo. A Francisco Navarrete, por ser tan buen docente en sentido académico y en sentido personal. Y también recuerdo como muy buenos docentes a Julio César Álvarez (un hombre con una vocación y dedicación increíble), Ricardo Nalda, Enrique Barrajón, Amelia Ramón… ¡Y no sigo más que me enrollo demasiado! ¿Pero qué voy a hacer si todos ellos merecen ser mencionados…?

Cuéntanos algún recuerdo positivo o anécdota que guardes de tu paso por la UMH.

¡Recuerdo una anécdota muy curiosa! Fue en segundo de carrera y estaba en clase de Química Orgánica I, con Julio César Álvarez. Ese día tocaba elegir delegado y mi pareja era uno de los candidatos que se presentaba (los dos nos conocimos en la carrera y ya estábamos juntos por aquel entonces). Obviamente, toda la clase lo sabía. Y aquí viene lo más curioso… el profesor le dijo a un alumno que eligiera un número al azar para elegir de su lista de alumnos a una «mano inocente» que contase los votos. Y resulta que me tocó a mí. Las carcajadas de la clase fueron grandes, y las mías también. Teniendo en cuenta que éramos unas 100 personas en ese momento… oye, sí que es casualidad.

¿Cómo fueron tus inicios profesionales y de qué forma te ayudó haber realizado el Máster en Salud Pública?

Mis inicios profesionales fueron algo turbios, no voy a negarlo. No lo tuve nada fácil y tuve muy mala suerte. Comencé en oficina de farmacia y algunas me dejaron muy mal cuerpo. Por suerte, últimamente parece que ha mejorado, ¡no todo el mundo es malo! En cuanto al Máster de Salud Pública, he de decir que aprendí mucho en este campo (lo mío me costó, ¡eh! Que tampoco fue fácil… ¡aunque obtuve buenos resultados!) pero por el momento no he ejercido en esta rama. Eso sí, me ha abierto las puertas para ser algún día inspectora de salud pública. Aunque por desgracia son muy pocas las plazas convocadas actualmente… Quizás en unos años… ¡quién sabe! No lo descarto. La clave está en ir sembrando poco a poco.

Has ganado el Premio Círculo Rojo en la categoría de misterio por tu novela «El legado de la familia Rosewood», ¿qué significa este reconocimiento para ti?

Significa mucho, sobre todo porque nunca pensé que ganaría algún premio en mi vida. Es una experiencia única y por eso lo hace tan especial. Además, lo más importante es que con esto se comienza lo que se denomina «currículum literario», algo que debo construir poco a poco si quiero ir ascendiendo en este mundillo.

Parece que este libro va a ser parte de una trilogía. ¿Algo que nos puedas adelantar al respecto?

Tengo bastantes ideas para el segundo libro, de hecho, llevan plasmadas desde hace tiempo. El único problema es disponer de tiempo para comenzarlo, pero en cuanto así sea me pondré a ello. La idea de continuar surgió cuando me di cuenta de que la historia tenía muchas vertientes que explorar y podía continuar con más generaciones.

¿Cómo surgió tu interés por escribir?

No sé ni como realmente, porque nunca antes lo había hecho. Fue el segundo año de pandemia. Yo estaba enferma de covid y, además, atravesaba una crisis existencial conmigo misma, probablemente debido a mis altas expectativas a nivel laboral ligado a la gran decepción que obtuve en la realidad. Fui una alumna de muy buenas notas en la universidad y, además, muy proactiva en todo. Y lo que me encontré fueron tapones de corcho que me impedían ascender profesionalmente. Así que en ese momento necesitaba algo con lo que poder sentirme autorrealizada y que además me ayudara a dejar salir toda esa creatividad que ardía en mi interior. Esto que acabo de comentar, ligado a que soy una friki de los Sims y que creé a la familia Rosewood ahí… bueno, dio como resultado este libro.

¿Te gustaría recomendar algo a los/as estudiantes o a los/as recién titulados/as?

Lo primero de todo, decirles que la situación laboral no es fácil para los titulados. A veces, importa más lo que produces que lo que puedes aportar en conocimientos. Pero esto no es motivo para rendirse, de hecho, lo que hay que hacer es no conformarse nunca y seguir luchando por encontrar un lugar acorde a lo que uno merece. Y, sin duda, con compromiso, constancia y paciencia, ¡es totalmente posible!

¿Te gustaría añadir algo más?

¡Sí! Me gustaría comentar que si alguien está interesado en saber más sobre el libro o comprarlo, solo debe acceder a esta página web y podrá ampliar información: https://sites.google.com/view/ellegadodelafamiliarosewood/inicio