Considero apasionante el mundo de las nuevas tecnologías, especialmente aquellas que nos ayudan a comunicarnos y conectar el mundo. Etimológicamente, comunicación «compartir algo, poner en común». Pienso que la innovación, más que al lucro privado, debe estar al servicio de ese bien común y responder a un avance colectivo que nos acerque a una sociedad más justa y solidaria. Creo que las telecomunicaciones pueden ayudar a este objetivo y por eso decidí estudiar esta ingeniería, para empujar humildemente en esa dirección.

Los ratos en la cafetería, mi paso por la radio UMH con el programa Intersecciones, las prácticas con mis compañeros y compañeras o la puesta en común de trabajos en la biblioteca. Son muchos los recuerdos, creo que me costaría quedarme solamente con uno de ellos. Sin embargo, sí creo que las asambleas de facultad o las campañas de concienciación en defensa de la educación pública que hacíamos desde el SEMH fueron una experiencia que nunca olvidaré. Creo que estos espacios ayudaron a fomentar el pensamiento crítico y la reflexión dentro de la UMH, lo cual me parece siempre algo en favor de una universidad..

No sé si es trampa, pero me gustaría señalar tres de ellos. Con cada uno de ellos aprendí algo más allá de la propia asignatura, lo cual creo que los convierte, no solo en referentes académicos, sino también en referentes vitales, de un modo u otro. Con María Jesús Cuesta no solo aprendí de fundamentos físicos, sino también a reflexionar y a movilizarme. Con Ángel San Blas descubrí el universo del tratamiento de señales pero fundamentalmente me aportó la perseverancia, el rigor y la seriedad que requiere tratar con una ingeniería de este calibre. Pero, sin duda, con quien guardaré siempre un recuerdo positivo de mi época en la universidad es con Javier Gimeno, mi director de Proyecto Fin de Carrera, que supo acompañarme en la aventura de transitar del mundo académico al profesional, algo que no es nada sencillo.

Nae es una empresa consultora de mediano tamaño que opera en Europa y América Latina. Aunque está centrada en servicios de diseño, implementación, soporte y mantenimiento de soluciones tecnológicas, creo que aporta un gran valor en la configuración de la estrategia de negocio, conociendo la evolución del mercado de las telecomunicaciones. Otros elementos que definen a Nae son también su compromiso por la conciliación laboral, familiar y personal, así como su apuesta por fomentar el papel de la mujer en el mundo de la ingeniería.

En estos momentos nos encontramos en una fase de crecimiento. Mis tareas como consultor están ubicadas, a día de hoy, en proyectos de licitaciones, donde, junto a mi equipo, estamos intentando alinear nuestros productos y servicios a lo demandado por el cliente, al tiempo que incrementamos nuestro know how corporativo en este espectro. Sin embargo, la propia filosofía líquida de la organización nos facilita la rotación de proyectos para nuestro crecimiento profesional, lo cual nos permite no cerrar nuestras expectativas laborales a un único sector.

En estos momentos, considero que estoy experimentando un enorme crecimiento profesional que el día de mañana puede ser útil para poder hacer pequeñas aportaciones a la sociedad en base a los objetivos que he señalado anteriormente: poner la evolución de las nuevas tecnologías al servicio de las personas y el bien común. Sin caer en una especie de ciberfetichismo, consciente de los retos que nos impone el crecimiento de las tecnologías de la información, espero poder ser partícipe de esta revolución digital en post de que sus pilares (el 5G, la Inteligencia Artificial, el Big Data o el Internet of the Things) apunten a un mayor bienestar de la sociedad y una reducción de sus desigualdades.

Tomar perspectiva. Creo que es fundamental interesarnos siempre por las conexiones de una y otra disciplina. Esa visión de conjunto, que une las piezas del puzzle que a lo largo de nuestra vida universitaria nos aporta la formación que recibimos por parte de nuestras profesoras y profesores; es la que hace que entendamos el potencial de una ingeniería como la de telecomunicaciones. Debemos hacer un esfuerzo por salir de esos momentos de estrés y desmoralización que a veces nos invaden para buscar la traslación de lo que aprendemos al mundo, más allá de las fronteras de lo académico.