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¿Qué te hizo elegir la carrera de Derecho?

Derecho era una de las muchas carreras que tenía en mente desde el principio. Como cualquier persona joven que empieza la universidad, no tenía muy claro qué carrera escoger. Tenía una gran diversidad de carreras que me llamaban la atención, por ejemplo; Criminología, Periodismo y ADE, entre otras. No obstante, decidí optar por la carrera que siempre me había llamado la atención.

Cuéntanos algún recuerdo positivo o anécdota que guardes de tu paso por la UMH.

Tengo muy buenos recuerdos y anécdotas con mis compañeros de clase, sobre todo en la época de paellas debatiendo y estrujándonos los sesos por una frase original para las camisetas, los momentos en los que faltaba un profesor y nos íbamos a tomar algo a la cafetería o al césped, las risas contagiosas por algún comentario o anécdota de los profesores, etc.

¿A qué profesor o profesora recuerdas con especial cariño y por qué?

No podría elegir a ningún profesor en particular, todos tienen algo que les hacen ser especiales, ya sea desde el profesor de Historia del Derecho con su constante empeño de que sus alumnos vieran la serie Isabel, pasando por la profesora de Derecho Mercantil con su: «mis queridos alumnos», y siguiendo con el profesor de Derecho Penal, quien tiraba tizas por toda el aula para explicarnos la materia, etc. Podría seguir así con todos los profesores. No obstante, lo cierto es que tengo que tener en muy alta estima a la profesora de Derecho Civil, Cristina López, gracias a su apoyo y recomendación, estoy en mi actual puesto de trabajo. Algo debió ver en mí, que yo aún no he logrado ver, pero ese algo me ha hecho llegar a ser abogada.

Hiciste el Máster en abogacía al año siguiente de titularte, ¿por qué decides continuar tus estudios en la UMH?

Continué en la UMH porque el Máster de Abogacía que ofrecía la universidad estaba muy bien programado. Además ya conocía a la mayoría de profesores y sabía cómo impartían las clases. Ya no era algo nuevo para mí, fue como realizar un quinto año de carrera.

¿Cómo fueron tus inicios laborales tras acabar la titulación?

Durante el Grado en Derecho, tuve la oportunidad de realizar prácticas voluntarias en un despacho de abogados y administrador de fincas, esa fue mi primera toma de contacto con el mundo laboral. Al acabar el Grado en Derecho, en ocasiones seguía asistiendo al despacho con el objetivo de seguir ampliando mis conocimientos en el ámbito jurídico.

En el Máster, a diferencia de las prácticas voluntarias del Grado, aquí las prácticas a realizar eran prácticas obligatorias. La empresa para la cual estoy actualmente trabajando se interesó en mí, poniéndose en contacto conmigo meses antes del periodo de prácticas. Seguidamente me citaron para una entrevista y su decisión fue inmediata, pues al día siguiente ya obtuve la noticia de que era la elegida para el puesto vacante. Actualmente llevo trabajando para el despacho un año y seis meses.

Por suerte, puedo decir que mis inicios en el mundo laboral han sido muy favorables, pues hay muy poca gente que tiene la oportunidad de acabar la carrera e inmediatamente después tener un puesto de trabajo. Trabajar de lo que uno quiere y de lo que uno ha estudiado nada más salir de la carrera es un privilegio que pocos tienen y que debe ser aprovechado.

En la actualidad trabajas en Pomares Abogado, cuéntanos cómo es trabajar para esta empresa.

Trabajar en Pomares Abogados, S.L.P, es un privilegio. Durante el año y medio que llevo en el despacho, mi aprendizaje ha sido constante. Al principio, cuando hice mi primer mes, parecía que habían pasado meses de lo rápido que había cogido los conceptos que se desarrollan en el despacho.

Al principio, como cualquier persona, tenía miedo de no estar a la altura, no obstante, a la larga ese miedo desaparece y se convierte en confianza, pues ves que gracias a tu trabajo se consiguen grandes resultados.

Comencé realizando muchos escritos (demandas, recursos, alegaciones…), todo ello sobre distintas materias, pero sobre todo de bancario y mercantil que son las materias que más se practican en el despacho. Ahora me encuentro yendo a juicios y sumergida en un mundo totalmente nuevo que es la sala.

El aprendizaje es constante, como todo buen abogado diría, ningún caso es igual que el anterior. Todos tienen algo diferente, lo que nos obliga a estar estudiando siempre.

¿Qué aspectos consideras relevantes para ejercer la profesión de abogado?

Según el director del despacho en el que actualmente trabajo, un buen abogado es un gran repasador. Esta frase nos la dice porque un punto, una coma, o una letra mal escrita en una demanda o en algún documento jurídico puede ser el elemento esencial para ganar o perder un caso.

Asimismo, un buen abogado tiene que tener la capacidad de persuadir al juez, y hacerse valer de argumentos para hacerle entender que la razón se encuentra a favor de tu cliente.

La paciencia, la perseverancia, la continuidad, el trabajo, el esfuerzo… son algunos aspectos fundamentales para todo abogado.

¿Qué formación complementaria a la académica recomiendas a los estudiantes?

Para ejercer la profesión de abogacía, recomiendo a todos los estudiantes que realicen cursos de oratoria y de teatro.

¿Hay algo más que te gustaría añadir?

Aconsejar a los estudiantes de todas las carreras que aprovechen el momento y las oportunidades que les ofrece la universidad.