Entrevista a la Alumni UMH Ana Belén Gómez Bellvís

Nombre Ana Belén Gómez Bellvís
Titulación Derecho (2016)
Ocupación actual Investigadora en el Centro Crímina

¿Qué te motivó a estudiar Derecho?
Durante la ESO y también Bachillerato tuve predilección por asignaturas que en cierta medida tenían que ver con el Derecho. Por ejemplo, la filosofía me encantaba y muchas veces estaba relacionada con el Derecho, con las normas, con la sociedad. Siempre me ha resultado muy curioso cómo se determinan o se configuran las normas, de dónde proceden, cómo nos debemos comportar en sociedad y por qué. También creo que ha sido una cuestión de carácter y personalidad, así como del interés por los conflictos cotidianos de gente cercana. Con todos estos ingredientes la decisión estaba clara cuando acabé la selectividad y tenía que realizar la preinscripción en la Universidad.
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Cuéntanos algún recuerdo positivo o anécdota que guardes de tu paso por la UMH.
En general, mi paso por la UMH es en sí mismo positivo. Lo ha sido tanto que aún sigo vinculada a ella, tanto con mi trabajo como con mi formación (actualmente estoy haciendo el Doctorado en esta misma Universidad). Pero sin duda me quedaría con la cantidad de gente que he conocido, lo bien que me lo he pasado durante mis años de Grado y Máster, los nervios por los exámenes, las experiencias compartidas con todos mis compañeros. La UMH no solo me ha formado académicamente, sino también como persona. Cuando entras en la universidad tienes 18 añitos y te quedan muchas cosas por aprender. Puedo decir que en ella me he forjado académicamente pero también en valores como el esfuerzo, el trabajo duro, el saber estar, la amistad y en el crecimiento personal.
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Algún/a profesor/a que recuerdes con especial cariño…
Son muchos. He de decir que la Universidad Miguel Herández cuenta con un profesorado magnífico, muchos de ellos con una vocación enorme que contagian a sus alumnos. Pero si me tuviera que quedar con uno sería, sin duda alguna, con Fernando Miró en la asignatura de Derecho Penal parte general. Era espectacular cómo llenaba las clases y su forma de darlas. Creo que era de los pocos que conseguía que tras 4 horas de clase prácticamente seguidas no nos levantáramos de nuestras sillas, pidiendo en muchas ocasiones que nos resolviera los casos que nos proponía, además de que nos fuéramos a casa reflexionando.
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Actualmente trabajas en el Centro Crímina. ¿A qué se dedica este centro de investigación?
El Centro Crímina es un Centro de Investigación y Formación Criminológica que realiza investigación científica especializada en criminología aplicada a la prevención y el tratamiento de la delincuencia. El mismo está integrado por un equipo multidisciplinar que conforman varios juristas, criminólogos, psicólogos, investigadores profesionales de la seguridad e incluso ¡filósofos!. Es ahí donde realicé mi Máster (Máster en Intervención Criminológica y Victimológica). Decidí hacerlo porque cuando acabé Derecho tenía la fuerte convicción de que cualquier jurista debería completar su formación con áreas de conocimiento afines. Vi su programa y me pareció una excelente elección. Al ver el profesorado y las asignaturas lo tuve claro. Se trataba de profesores que, en muchas ocasiones, es difícil poder verlos si no es en un Congreso, y se trataba de gente a la que en alguna ocasión había leído por ser académicos muy reconocidos y de gran prestigio en su campo. Pero también porque las asignaturas me iban a dar (y de hecho me han dado) ese complemento que necesitaba. Así, asignaturas como metodología, penitenciario, intervención en menores, violencia intrafamiliar, valoración del riesgo, entre muchísimas otras me han proporcionado una imagen completa del área de conocimiento que me interesa. Y es ahí, también, donde descubrí la investigación.
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Eres Investigadora en dicho Centro. ¿Cuáles son tus tareas?
Actualmente participo en varios proyectos de investigación. Por ejemplo, estoy contratada en el marco de PERICLES, un proyecto europeo para la prevención de la radicalización. Mi trabajo en él es realizar informes jurídicos sobre la legislación internacional y europea, y también la legislación nacional de los Estados Miembros de la UE en esta materia. También participo en NEXO, un proyecto nacional que empezó hace un año y que involucra a muchas universidades como la Universidad de Granada, la Universidad de la Laguna, la UIC de Barcelona, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Lausanne, entre otras. Se trata de un proyecto que versa sobre la incorporación de datos científicos para la toma de decisiones en relación con la criminalización de conductas. En este marco, realizo investigaciones sobre Derecho Penal empírico muy interesantes, entre otras cosas.
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¿Qué consideras que es lo mejor de tu profesión?
La creatividad y la continua formación. Soy bastante inquieta y necesito constantemente estar activa. Este trabajo me permite ambas cosas. En el Centro estamos constantemente creando y participando en muchos proyectos e investigaciones. Es esa parte la que me permite ser creativa y aportar mi granito de arena al Centro desde la perspectiva que me da mi formación jurídica. Por otro lado, estoy continuamente formándome porque es un trabajo que así lo requiere. Eso me permite seguir estudiando, seguir acumulando experiencia. Además, el que mis compañeros tengan cada uno un «background» distinto me permite aprender mucho de ellos y ver un tema desde enfoques distintos. Eso hace que cada día sea genial.
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¿Qué consejo le darías a alguien que está estudiando ahora tu titulación en la UMH?
Desde mi experiencia daría varios. Aunque sé perfectamente que es mucho más fácil ver las cosas una vez ya las has pasado. Pero básicamente, el primero sería que como se dice en mi pueblo «lo que va davant, va davant». Esto significa que cuatro años pasan volando y focalizar sobre tu formación es importante y algo que se agradece en momentos posteriores. El segundo es que no se conforme con la carrera sino que busque más formación. Que trate de probar varias cosas, que no se ciña a lo que tradicionalmente se espera de un estudiante de Derecho: oposiciones o abogacía, salvo que esa sea la auténtica vocación. Si no lo es, mi consejo es explorar, estudiar otras cosas complementarias a la formación jurídica. Esta ha sido mi experiencia por ejemplo con el Máster en Intervención Crimnológica y Victimológica, y hoy sé que fue todo un acierto. Por último, hacer aquello que realmente te apasiona, dedicarte a algo por pura vocación. Creo que es el único camino para ser bueno y disfrutar de lo que haces.