El motivo por el que decidí estudiar Ingeniería Electrónica y Automática Industrial es vocacional. Desde pequeño recuerdo que me encantaba jugar con cables, aparatos rotos y hacer algún que otro circuito.

Recuerdo con mucho cariño un proyecto que realizamos un grupo de alumnos que por aquel entonces pertenecíamos a la rama de estudiantes de IEEE de la UMH. El proyecto consistía en construir un globo que fuese capaz de alcanzar la estratosfera (límite entre la atmósfera y el espacio a unos 40 km de altura). El globo tenía un diámetro de 2,5 m y una masa de 1,2 kg aproximadamente, iba equipado con una cámara, sensores para registrar parámetros atmosféricos, un gps y un transmisor de radio y un paracaídas. Finalmente conseguimos desarrollar el proyecto y lanzar el globo. Durante el ascenso el globo alcanzó una aceleración que se escapó de nuestros cálculos y el GPS se bloqueó como consecuencia de una restricción que impone EEUU para protegerse de ataque de misiles. A día de hoy sabemos que el globo alcanzó una altura de unos 42 km, que voló durante unas 3 horas, y que recibieron nuestra señal de radio estaciones receptoras de todo el territorio nacional (y algunas de Francia e Italia). Sobre la zona de aterrizaje, pudimos estimar que cayó en una zona con un radio de 50 km alrededor de Castalla. Este proyecto fue muy enriquecedor porque a pesar de que el resultado final no fue el que pretendíamos conseguir, porque al perder el globo no pudimos recuperar las imágenes del espacio, todos los integrantes del grupo aprendimos mucho y establecimos grandes relaciones de amistad que mantenemos a día de hoy.

El profesor que recuerdo con mas cariño es Ausias Garrigós, mi tutor de TFG y profesor de la asignatura de Instrumentación electrónica. Gracias a su propuesta de TFG, «Sistema avanzado y optimizado de procesamiento de energía fotovoltaica para nanosatélites», conseguí iniciarme en el mundo de la tecnología espacial.

Cada trabajo me ha aportado cosas distintas. Durante el tiempo que estuve trabajando en Samsung aprendí a tratar con el público. Samsung pedía que los terminales móviles se reparasen delante del cliente, que siempre solía preguntar sobre la reparación que estabas haciendo o sobre algo que le llamaba la atención de los circuitos de su móvil. Para un ingeniero a veces es complicado explicar ciertos conceptos, que para entenderlos, requieren unos conocimientos técnicos avanzados, y gracias a estas situaciones aprendí a explicar conceptos complejos al público general. En Adolfo Alba conocí cómo es el trabajo de un ingeniero. Se trataba de solucionar problemas técnicos y mejorar aparatos de iluminación led, pero logrando un equilibrio entre costes económicos, fiabilidad y seguridad. A veces es difícil lograr el equilibrio entre gerencia, marketing y departamento de ingeniería. En Adolfo Alba aprendí como trabajar con profesionales de otros sectores para poner en marcha un producto.

Lo mejor de mi profesión es que cuentas con una enorme variedad de opciones a la hora de decidirte por un trabajo. Lo más satisfactorio es cuando consigues resolver un problema o consigues el desarrollo de algo que satisface las necesidades de alguien.

Les diría que no se conformen sólo con lo que los aporta el grado. Las cosas que haces como un plus al grado son las que realmente te dan la distinción a la hora de conseguir tu primer empleo. Siempre es bueno investigar, trastear, leer, probar y equivocarse… todo esto te aporta mucha experiencia. Para un ingeniero es fundamental la curiosidad y una constante formación. Esto te permite estar siempre informado de los últimos avances y técnicas.